Un grupo de 38 familias colombianas demanda protección internacional públicamente y en colectivo. Han intentado todo: se instalaron pacíficamente a las afueras de las oficinas de ACNUR en Quito, de donde fueron desalojadxs por la fuerza policial. Luego, fueron llevadxs a extramuros de la ciudad con la promesa de ir a lugares más seguros. Allí la misma policía encontró drogas, armas y detuvo a un agresor sexual que abusó de una menor de edad que hace parte del grupo. En adelante vinieron más y más desalojos. Ninguna solución a la demanda de protección y seguridad. En esta infografía sintetizamos esta situación que refleja el fracaso de la política de refugio en Ecuador.