Estado de las familias refugiadas colombianas en Quito 16 de julio de 2019
Desde Corredores migratorios, informamos al 16 de julio de la situación de las familias refugiadas colombianas en Quito a fin de apoyar sus procesos y poner en alerta de la precariedad en que se encuentran. Seguimos acompañándolas en espera de que salgan del estado de riesgo en que se hallan. El colectivo de 38 familias refugiadas sostuvo un campamento de protesta afuera de ACNUR durante varias semanas hasta el pasado 4 de julio: demandan soluciones y respuestas del Estado y de los organismos encargados sobre sus procesos de refugio, reasentamiento, amenazas de muerte e incertidumbre respecto de sus respectivos estados migratorios.
- En la madrugada del 4 de julio, las familias fueron desalojadas de ACNUR en un operativo combinado de fuerza policial nacional y metropolitana y trasladadas a dos moteles en los extremos norte y sur de la ciudad. Uno de ellos, en el sur, es usado para consumo de drogas y para tener sexo. Alertamos pues el riesgo de estar ahí es sumamente alto.
- Los colectivos independientes Atopia y Corredores Migratorios formaron una articulación para situar el problema, denunciarlo y hacer eco de la necesidad de mirar seriamente el problema de refugio. Atopia ya había acompañado el caso de la expulsión ilegal de 121 ciudadanxs cubanxs en 2016, en donde el Estado actuó de manera autoritaria y con un enorme abuso de poder. Miembros de ambos colectivos estuvieron en los moteles y pudieron constatar las condiciones que ACNUR y HIAS habían elegido para las familias.
- El día jueves 11 de julio de 2019, una niña de 13 años, parte del colectivo de 38 familias desalojadas y puestas en estos moteles, sufrió abuso sexual en el motel del Sur al cual, inexplicablemente, las habían enviado ACNUR y HIAS. No hubo respuesta del Estado, de ACNUR, ni del Municipio.
- Ese mismo día, el colectivo Corredores Migratorios denunció ante la Junta Metropolitana de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Quito y el Consejo de Protección de Derechos de Quito el hecho grave de que una menor de edad había sufrido abuso sexual en un contexto ya bastante precario, marcado por un trauma colectivo y un abandono de los Estados ecuatoriano y colombiano que ha puesto en peligro su integridad y sus vidas. Este hecho ilustra la gravedad de la situación: estas familias han debido huir de Colombia, tienen amenazas, son puestas en moteles de paso y sufren violencias de todo tipo. Tomando en cuenta que gran parte de estas personas son afrodescendientes, afirmamos también que son víctimas del racismo social y del histórico racismo de Estado.
- La Junta Metropolitana de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Quito y el Consejo de Protección de Derechos de Quito se activaron de inmediato ante la alerta dada por sociedad civil organizada desde estos colectivos. El día viernes, buscamos para las familias un alojamiento digno, pues fueron desalojadas también de estos moteles, con presencia policial y sin las cosas que habían logrado mantener consigo, principalmente abrigo, medicinas y documentos. Hasta el día de hoy, martes 16 de julio, no han podido recuperar sus cosas. El día jueves 11, las 38 familias durmieron con sus niños pequeños, con la menor aun afectada por el abuso y con su precario estado de salud, en un parque al lado de la Plataforma Sur de Quito.
- El día viernes, la Junta de Protección y el Consejo de Derechos respondieron a nuestra demanda y lograron ubicar a las familias en cinco albergues de la ciudad, repartidos en varias zonas. El Servicio Jesuita a Refugiados ayudó con la alimentación desde el día lunes y eso les ha dado abrigo, algo de descanso y dignidad, pero el problema está lejos de ser resuelto. El fin de semana no hubo alimentación.
Están por iniciar mesas de diálogo con actores del gobierno local, del gobierno nacional, ACNUR y sociedad civil. Demandamos que las familias sean escuchadas, que la respuesta no se limite a la frialdad de la jaula técnica en que se encierra toda respuesta y que se trate con dignidad a mujeres, hombres y niñxs cuyos derechos han sido vulnerados en Ecuador. Seguimos vigilantes y atentxs.
Corredores migratorios
16 de julio de 2019