Traducir, migrar y reciclar para vivir y sobrevivir

Freddy Guanipa

Soy Freddy Guanipa. He aprendido de manera autodidacta inglés, alemán, francés, italiano y portugués y soy traductor de textos literarios. Desde Caracas, empecé la traducción del Finnegans Wake, de James Joyce, el 28 de enero del 2021, una vez hallé estrategias de trabajo para el primer capítulo.

No tengo acreditación de haber cursado licenciatura en idiomas ni de traducción, tampoco tengo estudios en la academia.Finnegans Wake es conocido por ser excepcionalmente complicado de leer, y más aún de traducir, considerándose una labor casi imposible. Habiendo terminado el texto, mi intención es demostrar que puedo traducir cualquier texto, y así poder emplearme como traductor fuera de Venezuela. Desarrollé mi trabajo de traducción bajo condiciones muy precarias y mientras migraba, pero logré terminar el borrador final el 9 de octubre de 2021. Traduje en cibercafés, en terminales terrestres, en todos lados.

Salí con mi madre de Venezuela el 12 de octubre de ese mismo año hacia Cúcuta, Colombia, con los únicos 75 dólares de los que disponíamos. Allá, recibimos una ayuda económica de Acnur y traslado a Bogotá. Llegamos el 29 de octubre. El 12 de noviembre, fui asistido por dos miembros de la Asociación Colombiana de Traductores por medio del traductor colombiano Mateo Cardona. Conocimos a Joe Broderick, quien tuvo la generosidad de recibirnos en su apartamento y revisar el primer capítulo. Ya ambos sabían del avance de mi trabajo antes de salir de Venezuela. Mi traducción ha ido viajando conmigo a lo largo de este duro trayecto y, en medio de la adversidad, ha sido leída, comentada y algunas partes se han publicado ya.

Dada la precariedad de nuestra situación, decidimos continuar viaje hacia Ecuador, a donde llegamos el 14 de noviembre, con apenas 27 dólares. Entramos por Tulcán, atravesamos el páramo y llegamos a Ibarra el 18 de noviembre. Durante los primeros días de nuestro arribo, contamos con la ayuda de personas solidarias que nos consiguieron una estadía, tras haber estado varios días a la intemperie. Tomamos contacto con la traductora ecuatoriana Cristina Burneo Salazar y con Corredores Migratorios. Estuvimos en Ibarra por un mes. Al ver que había pocas oportunidades de empleo y muy mal pagadas para lo costosa que es la vida en Ecuador, y que no había oportunidades viables de emplearme como traductor, decidimos salir del país el 22 de diciembre con el objetivo de llegar a Argentina, pero el dinero nos alcanzó hasta Lima, a donde llegamos el 24 de diciembre.

Desde diciembre hasta el 14 de febrero de 2022 estuvimos en el Albergue Sin Fronteras. Pese a mis condiciones de salud, que me impiden realizar demasiado esfuerzo físico, trabajé como reciclador por 12 horas al día, recorriendo una media de 10 kilómetros diarios en el municipio de San Juan del Lurigancho. Eso nos permitió subsistir acá y reunir algo de dinero para proseguir nuestro viaje, el de mi mamá y el mío, y cubrir nuestras necesidades. Desde nuestra estancia en Ibarra y luego en Perú, logré terminar la revisión del borrador final del libro, pese a las vicisitudes de nuestro recorrido.

A pesar de todo, he logrado publicar algunos fragmentos en Letralia, una revista literaria, y en  Iberjoyce, un sitio de especialistas joyceanos de la Universidad de Sevilla. Aquí están:

https://letralia.com/transletralia-traducciones/transnarrativa/2021/06/16/finnegans-wake-james-joyce-espanol/

http://www.siff.us.es/iberjoyce/traduccion-anotada-primera-pagina-page-3-del-fw-freddy-guanipa/

Quisiera que alguna editorial se interesara en la publicación de mi traducción y poder seguir trabajando en mis propios libros en el futuro. Asimismo, he iniciado un proyecto musical que involucra traducción de canciones al español. Incluyo en esta entrada un ejemplo de una canción que logré adaptar, que invito a escuchar a quien vea esta versión. Han sido el libro de Joyce y la música mis compañeros incondicionales de camino.

En el mes de abril, nos encontramos ya en Argentina, luego de meses de viaje en buses, a pie, reciclando, buscando albergues. Y durante todos esos días, periplos, traduje, traduje y traduje.

Fragmento de Circle,
de Siouxsie and the Banshees

Pretty girl of 16 -has fun and runs crazy
Ruined girl of 16 -now a mother grows lazy
Next a 16-year old baby -like mother grows lazy
And her stomach is churning
Whilst her eyes keep on turning
Round and around
Getting no higher from the ground
Round and around, round and around
The circle has an empty sound…

GIRAR

Una madre de quince, negligente en sus trece
Y así, otra nena a la calle se va y enloquece
Igual que su madre, lo hace a los trece
Para vivir un mal día
Seguirá por la vía de
Girar y girar, girar y girar
Cayendo de nuevo por no mirar
Girar y girar, girar y girar
El círculo suena vacío.

Actualización de nuestro viaje
Julio de 2022, desde Argentina
 
Una vez reunido lo justo para llegar hasta Buenos Aires, partimos de Lima el 23 de marzo para arribar a destino el día 31, ¡toda una travesía no exenta de imprevistos! La partida de Lima fue precipitada, en parte, para no atravesar Bolivia ni llegar a Argentina en medio del invierno, ya que  no disponíamos de abrigos ni mantas.
Entre Puno y Desaguadero, en Perú, por no tener documentos de viaje nos molestó la policía en un punto de control, pero nos dejaron ir al pagarles 100 soles (25 dólares). El día 24, en Desaguadero, había una huelga que nos impidió seguir, así que fue necesario tomar un desvío para cruzar irregularmente por la frontera de Yunguyo, Perú, con Copacabana, Bolivia, al día siguiente. El día 25, luego de recuperar nuestro equipaje, que la empresa de transporte había extraviado camino a La  Paz, partimos hacia Villazón. Desde allí, cruzamos hacia La Quiaca, por fin Argentina, el día 26.
Solo nos quedaban 8300 pesos argentinos (40 dólares en ese entonces). Después de tres días de viaje, pudimos descansar un día en una habitación cómoda. Sería la última noche de tres semanas enteras durante las que permanecimos en situación de calle.
El día 27 viajamos hacia Salta, y llegamos al día siguiente. Allí nos presentamos ante Migración para reportar nuestra situación a las autoridades argentinas, que nos expidieron a la brevedad un documento de Residencia Precaria, papel de identidad transitorio necesario para iniciar trámites de radicación y residencia permanente.
Casi sin dinero, desde un peaje a la salida de Salta, pidiendo aventón, viajamos hasta Córdoba; al día siguiente, hicimos lo mismo para llegar a Buenos Aires, más exactamente hasta Morón. Ya que estábamos en situación de calle, solicitamos ayuda a los trabajadores sociales de la municipalidad, y a las iglesias para alimentación y vestimenta. En cuanto a estadía en algún albergue, finalmente logramos una el día 16 de abril.
Como nuestro ingreso a Argentina fue irregular, antes de cumplirse tres meses, el día 28 de junio, tuvimos que salir del país para luego ingresar de nuevo de forma regular. Así, fue necesario volver a reciclar para reunir el dinero que nos permitió viajar a Uruguay por ferry el día 8 de junio. Desde entonces, continúo trabajando para estabilizar nuestra situación para luego enfocarme en cómo introducirme en el gremio editorial, sea como traductor o corrector.
 
Judith Márquez lleva un blog donde actualiza el viaje con su hijo, igual que los enormes esfuerzos que han hecho para sobrevivir del reciclaje y buscando un mundo para el talento traductor de Freddy. Se puede leer aquí: https://jfblueplanet.blogspot.com

Redacción Corredores

Nuestro proyecto se llama Corredores migratorios. Reúne materiales editoriales y documentales, crónica, fotografía, ilustración y trabajo periodístico y académico sobre migraciones con el objetivo de construir respuestas colectivas y políticamente claras a favor de la movilidad humana y la descriminalización de las personas migrantes.

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