Este 18 de Diciembre, Día de Acción Global por los Derechos Humanos de las Personas Migrantes, nos enorgullece presentar una antología de poesía y prosa de nuestras compañeras de la Escuela de Formación de Derechos para la Movilidad Humana. Textos de Gladys Calvopiña Herrera, Anayelisth Carpio, Lourdes Coromoto Aldana, Esther Gualtieri, Jorge Lucena, Pam Moya, Ida Cira Sandrea y Sonia Rojas sobre la vida y las luchas migrantes.
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Sanación - Gladys Calvopiña Herrera
Tengo herpes en el pecho, llevo un duelo en el corazón desde que te dejé, pequeño país, desde que me echaste La sanación viene de las montañas de sus plantas poderosas y sagradas de la cascada que me sacude y me reinicia en la vida Pero aquí no hay cascada, ni montañas Y, sobre todo, aquí no está la sanadora, la cuidadora la mujer constelación la sabedora de las hierbas Ella sabría que mi espíritu está perdido lejos de aquí llorando solo en algún páramo Ella con sus rezos y sus cantos sabría traerlo de vuelta a mi cuerpo The old wise mama Ella, la que puede cruzar la frontera de la vida y la muerte Ella, que no tiene frontera
No digas que no soy de aquí - Jorge Lucena
Las odiseas de Anayelisth - Anayelisth Carpio
No le ocurre a la mayoría el no saber cómo comenzar nuestra historia. No se trata de cualquier cuento: es nuestra vida resumida en un mensaje de audio, primero, escrito después, comunicado. No, no es fácil. Un día teníamos trabajo, casa, familia, y al siguiente no teníamos nada. Yo vi partir a mi familia, y partiendo ellos se me partió a mí el alma. Yo me decía: “todavía puedo seguir aguantando por mi empleo, por mi cargo, por mis cosas”…hasta que la realidad me golpeó cuando mi sueldo ya no alcanzaba sino para un almuerzo. Sí, un salario entero para pagar un almuerzo.
Partir así. Comencé mi odisea en Colombia, donde la vida es tan cara y el trabajo tan difícil…al menos en Barranquilla, donde pasaba mis noches llorando. Luego me tocó viajar acá, a Ecuador, donde me esperaba mi hermana. Fue difícil, nos bajaron del bus donde íbamos con niños y adultos mayores para regresarnos por falta de documentos. La única forma de pasar fue darles $$$. Al llegar a Ecuador, comenzó la siguiente odisea: buscar trabajo.
Aquí, vemos día tras día nuestra propia ausencia: a pesar de ser profesionales, por no contar con documentos y por no poder validar nuestros títulos, hemos tenido que salir a vender galletas o caramelos. Al principio fue impactante acostumbrarnos a eso, pero nos acostábamos con comida en la mesa. Hoy puedo decir que estoy agradecida con el Ecuador. Su cultura me ha enriquecido mucho y tengo buenos amigos y vecinos. Sin embargo, la lucha sigue días tras día. Para nosotros está prohibido rendirse.
Con mi vida dividida - Pam Moya Carrera
Oler la luz - Esther Gualtieri
Me gusta caminar. Hace muchos años que tengo la costumbre de moverme. Ir sin destino definido por las calles de mi ciudad, encontrar sorpresas. Descubrir lugares que han dado historias hermosas y otras tantas para el olvido.
Siempre he pensado que la vida es movimiento. El agua, que es la mayor fuente de vida, siempre corre. Si se estanca, muere. Se pudre, apesta con un olor inconfundible.
En mis caminatas, he llegado a pensar que soy tan diferente…Pero no es esa diferencia es arrogante que mira por encima de los demás, más bien una diferente parecida a lo “raro”. Puedo oler la luz, ver los números en colores y buscar patrones en casi cualquier cosa que se me presenta a la vista. Por eso las matemáticas son mis mejores amigas. Pero volvamos al movimiento…
Soñé muchas veces con volar lejos de casa, con escapar al espacio sideral. Huir de un mundo que nunca me ha entendido del todo. O de pronto manejar un carro de Fórmula 1 a toda velocidad para descubrir que a los autos tan veloces primero se los mira y luego se los escucha. Volar a la Toscana, París o Buenos Aires. Pero quiso esa necesidad de movimiento que llegara hasta la mitad del mundo.
No soy de aquí pero tampoco de allá. Nunca he pertenecido del todo. La única certeza que tengo es la del movimiento. Oscilar para existir, para reafirmar que ocupo un tiempo y un espacio. No sé si me quedaré aquí, pero de alguna manera debo seguir la melodía. La vida es eso, el movimiento.
Excelente material no solo para leer,
sino para conocer y expandir conocimientos.